La obra se localiza en las inmediaciones de la Rosaleda, entorno emblemático del Parque Grande y ha sido realizada en los meses de mayo y junio de 2014 por el profesor y escultor binefarense Mario Molins.

Un singular ciprés , que estaba seco,  de ocho metros y un metro de grosor, se ha transformado en una obra escultórica por la intervención del artista.

La obra se presentó el 26 de junio de 2014 tras un mes de trabajo y es concebida, según el escultor,  “como una "purificación" o una "transformación" de aquello que había muerto en otra forma de vida, en este caso, en arte”. Lo que ha tratado Molins con esta obra es de revitalizar este árbol a través de la intervención artística en el tronco, e incluso hacerle "crecer" a través de una rama del propio árbol que fundió en bronce y que colocó de nuevo en su tronco, como un símbolo de perennidad.

Según explicó el escultor en la inauguración “la parte baja de la obra está quemada para acentuar la salida del árbol de la tierra intentando  recrear con esta obra un "elogio a la vida natural".

Mario Molins ha empleado también el soplete para matizar y contrastar esas formas que empiezan oscuras y terminan hacia arriba del color natural de la madera del ciprés.

La escultura del parque se concibe como un brote vegetal gigante que dialoga con la vegetación circundante de una forma diferente a como lo hacía el ciprés en vida.

Esta obra, que es la más grande que ha realizado el artista hasta el momento, (tiene obras similares en otros lugares aragoneses)  forma parte de una exposición, titulada 'Catharsis' que acogió el Aula de la Naturaleza del Parque e integrada por 23 obras del artista aragonés.


Mario Molins es un escultor de Binéfar, nacido en 1983, licenciado en Bellas Artes en Barcelona, de espíritu inquieto y con un recorrido artístico importante.

Mario Molins ha investigado y practicado la escultura en piedra, en bronce, en madera y siempre ha tenido presente un gran respeto hacia la naturaleza. El artista deja que los materiales hablen y logra que se establezca un diálogo entre el arte y la naturaleza. Últimamente casi todas sus esculturas tienen al árbol y la madera como protagonistas.

El árbol para Molins es una proyección del paisaje y sus obras nos poetizan la madera, nos informan de los años de más lluvias o de sequías, las maderas nos informan del territorio donde vivió el árbol. Se puede decir que los planteamientos artísticos del artista están cerca de los de David Nash, Alberto Carneiro o Guiseppe Penone. Mario Molins escudriña dentro de los troncos, busca el paisaje al que perteneció el árbol, lo deja hablar, para descubrirnos todo un mundo, para mostrarnos la naturaleza.

- EFE “Molins exhibe su catarsis en un ciprés de 8 metros”, El Periódico de Aragón, 27 de junio de 2014, página 59

 - PÉREZ BERIAIN, E. “El arte transforma un viejo ciprés del Parque Grande de Zaragoza”, Heraldo de Aragón, 27 de junio de 2014, página 56

 - Página web: http://www.redaragon.com/agenda/fichaevento.asp?id=66866