LA VIEJA NEGRILLA

León (Castilla-León)

 

 

Comentario de la obra: 

La obra en bronce se localiza en la Plaza de Santo Domingo, fue  inaugurada el 15 de enero de 2008 y es obra del escultor Amancio González.

Sentada en el suelo, parece pedir limosna con sus grandes manos apoyadas en el suelo. La obra de hormigón tiene una medidas de 1,25 x 2,45 x 1,80 metros.

"La vieja negrilla" se realizó inicialmente en hormigón para su colocación en un parque escultórico en Trobajo del Cerecedo (León). A tal fin, el artista donó esta escultura pero el proyecto se frustró y la obra permaneció provisionalmente en la céntrica plaza leonesa de Santo Domingo hasta que un accidente de tráfico acabó con ella en noviembre de 2007. El Ayuntamiento y RENFE  la restauraron, esta vez, en bronce , con la idea de que los niños pudieran subirse a ella, sin peligro, y jugar como el escultor jugaba en su pueblo, metiéndose dentro del viejo olmo.


La 'vieja negrilla' es sin duda la estatua más entrañable y humana de León y la más solicitada por los ciudadanos y turistas para hacerse fotos junto a ella. Muchos jóvenes y adolescentes la han convertido en su punto de citas y encuentro, otorgándole nombres como 'el ogro', 'el gigantón'...

El escultor cuenta que el nombre, 'Vieja negrilla', lo tomó "de un árbol gigante que hay en Villahibiera de Rueda, el pueblo de su infancia, y que en realidad es un olmo pero aquí, en León, a los olmos se les llama 'negrillos' y cuando alguno de ellos se hace muy grande entonces se les llama 'negrillas' o 'negrillones'.

Uno de los grandes brazos de esta escultura descansa sobre el suelo y sus dedos que miran hacia el sol simbolizan los últimos brotes, el último aliento, el gigante que se agarra a la vida. Su otro brazo, el que impide el paso, tiene los dedos mirando hacia la tierra, la señalan, simbolizan las raíces, quieren clavarse en ella pero no pueden". Y añade el artista leonés: "Parece que este gigante siempre está triste pero es mentira, a los niños ya les digo yo que se fijen bien, ya que si se suben a él verán como cambia su rostro".

 

Agradecimientos:

- A   mi "cuñao" Pedro Lorenzana por haberme remitido las imágenes de la obra.