HUEVO DE COLÓN

Sevilla (Andalucía)

 

 

Comentario de la obra: 

El nacimiento del hombre nuevo, conocido popularmente como El Huevo de Colón, es una gran escultura situada en el Parque de San Jerónimo.

La obra es la mayor escultura de bronce que hay en Sevilla  con una altura de 32 metros  y fue realizada por el escultor ruso de origen georgiano Zurab Tseretelif en 1995. La escultura  fue una donación del ayuntamiento de Moscú a la ciudad de Sevilla y fue inaugurada por la infanta Elena de Borbón en octubre de 1995.

El conjunto titulado "El nacimiento del Hombre nuevo", es conocido popularmente por su aspecto con el nombre de "El Huevo de Colón". El conjunto es un gran Huevo formado por las velas de las naves del almirante, en cuyo interior, se sitúa una estatua de Cristóbal Colón  el cual sostiene un mapa desenrollado desde una mano a otra, y sobre el cual, se disponen las tres carabelas.

La obra, debido a su monumentalidad, llegó por mar hasta la ciudad de Santurce , desde donde fue trasladada por carretera hasta Sevilla en siete camiones trailer  y dos vehículos especiales  para las piezas de mayores dimensiones. Tras un accidentado montaje, y retrasos en su recepción e inauguración, sufrió inicialmente el expolio, vandalismo, e incluso, del robo de las planchas de bronce que forman el huevo. Estos daños, fueron reparados a partir de febrero del año 2000, permaneciendo la obra en el mismo emplazamiento.

La leyenda del “Huevo de Colón” la recoge Martín Fernández de Navarrete en una publicación de 1954 en la que reproduce un texto del historiador Bossi, guiado éste por una estampa de Teodoro Bry, un librero y grabador que se estableció en Frankfurt en el año 1570. 

La leyenda dice así: 

Entre las fiestas con que obsequiaron a Colón los grandes de la corte, cuando volvió del primer viaje, fue una el banquete que le dio el cardenal Pedro González de Mendoza. El Almirante ocupaba el primer lugar y conversando durante la comida uno de los grandes sostuvo que si Colón no hubiera descubierto el Nuevo Mundo no habrían faltado hombres de talento y habilidad para ejecutar la misma empresa. Entonces Colón tomó un huevo y preguntó si alguno de los que estaban presentes sabría hacer que se mantuviera derecho sin ningún apoyo. Nadie pudo conseguirlo y Colón aplastando de un golpe los extremos del huevo logró que se mantuviese derecho sobre la mesa”. 

Le dijeron entonces que aquello era muy fácil. Pero ¡a nadie se le había ocurrido hacerlo!. Al parecer, de ahí proviene esta expresión. La historia es de dudosa verosimilitud y seguramente sea sólo una leyenda.

Agradecimientos: